Dr. Hiram Arroyo Chávez
Departamento de Ingeniería Agroindustrial,
División de Ciencias de la Salud e Ingenierías,
Campus Celaya-Salvatierra,
Universidad de Guanajuato

Casi tres lustros después entiendo la idea que intentaba transmitir el Dr. Eulalio Juárez Badillo en las conferencias que una y otra vez se repetían en auditorios llenos de oídos expertos y foros colmados de pares de ojos a quienes les bastaba con saber que habían estado en la misma habitación que el profesor Eulalio. El ejercicio siempre era el mismo: un lazo era atado a la llanta trasera de una bicicleta, mismo que era sujetado por un voluntario seleccionado de entre los interlocutores en el auditorio del Dr. Eulalio. El geotecnista hacía un sondeo entre sus oyentes y todos coincidían en que, si el voluntario tiraba de la cuerda, la bicicleta correría en dirección de éste. El asunto es que, al tirar de la cuerda, la bicicleta avanzaba en lugar de retroceder en contra de todas las apuestas.

El ejercicio tenía la finalidad de subrayar la idea de que la labor del ocupado en el estudio de los suelos, debe experimentar aún más reflexión, aún más observación, debe emitir un nivel de conclusiones derivadas de la discusión interna más profunda. Y es que, explicar los fenómenos macroscópicos tienen su fundamento más íntimo en el desarrollo de la interacción microscópica… y precisamente esa es la sutileza oculta detrás de las ecuaciones matemáticas y físicas, reglamentos y normas de construcción que intentan predecir la mecánica de los suelos.

El experimento ha sido llevado a cabo por un servidor en el aula en diversas universidades: inicialmente le es expuesta a los futuros ingenieros civiles la serie de ecuaciones matemáticas que predicen la resistencia de los suelos que soportan a las cimentaciones de los edificios. El resultado casi siempre es el mismo: se acepta sin mayor vacilación (también sin mayor interés); empero si se traduce esto en términos microscópicos, donde con cierta agilidad ganada a lo largo de algunos años, se transporta al oyente a un escenario dinámico donde se puede ver a los granos individuales de los suelos en una escena, chocando y rozando entre sí para explicar el fenómeno físico propuesto, puedo decir que casi se puede ver en sus expresiones el momento exacto en el que la ecuación matemática previamente expuesta cobra la relevancia necesaria, y pueden posteriormente leerla con absoluta facilidad.

La combinación entre humildad y sutileza en el tratamiento de fenómenos desconocidos siempre, siempre, deriva en un proceso cognitivo cuyos resultados se quedan impregnados con la tinta más indeleble. Para los científicos, este quizá será el momento cúspide de sus días, y los ingenieros dedicados a entender la Mecánica del Comportamiento de los Suelos gozamos de muchos de ellos.

Proporcionalidad natural o belleza científica: todos los fenómenos de la naturaleza son susceptibles de expresarse por proporciones de una manera ordenada y simple. Eulalio Juárez Badillo, 1985

 

Fecha de publicación: 27 de noviembre de 2022.