dr jose luis lucio martinez

Dr. José Luis Lucio Martínez
Departamento de Física,
División de Ciencias e Ingenierías,
Campus León, Universidad de Guanajuato

Existe suficiente evidencia para que, la seguridad de la información almacenada y aquella que se transmite por la red de telecomunicaciones, sea motivo de gran preocupación; esto le pasa tanto a las instancias dedicadas a la seguridad nacional de los países como a toda clase de organizaciones.

La amenaza surge de la aparición de una tecnología disruptiva, resultado de la combinación del concepto de información y de la mecánica cuántica. Al resultado se le conoce como información cuántica. Comparten la característica cuántica las computadoras en etapa de desarrollo, esquemas de transmisión y almacenamiento de la información, así como el encriptamiento.

Hay más de lo que observamos. Aun cuando no seamos conscientes de la relevancia de la mecánica cuántica para la conformación del paisaje de nuestro entorno, a un nivel dado, todo es cuántico. Fuera de ese marco es imposible entender las características de los materiales y el funcionamiento de muchos de los equipos que nos facilitan la vida (computadoras, teléfonos, láser, etc.).

Los entes (electrones, núcleos, fotones [luz]), que habitan el mundo cuántico (escala sub-atómica) tienen un comportamiento raro: a esa escala se pierde la naturaleza determinista; surge la interferencia (los entes se comportan como ondas) y la superposición; si un ente tiene dos o más opciones, existe una amplitud de probabilidad de que el ente se realice en cada una de ellas. A pesar de esas características únicas de la mecánica cuántica, los expertos pueden predecir con gran precisión los resultados de los fenómenos que suceden a esa escala.

En el tratamiento convencional, la información se expresa como secuencias de unos y ceros. El código ASCII (acrónimo de American Standard Code for Information Interchange) asocia una secuencia a cada uno de los símbolos (por ejemplo, a la d se asocia 01100011). Para expresar y manipular la información se recurre a una realización física, se asocia el cero con bola roja y el uno con bola negra. En aplicaciones prácticas se usan propiedades físicas, como un voltaje (1) o su ausencia (0).

La tecnología disruptiva -ya disponible en el mercado- surge de la realización física de los unos y ceros, requeridos para manejar la información, en términos de entes cuánticos y aprovecha fenómenos como la superposición y la naturaleza probabilística. La computación cuántica se ha implementado en núcleos, mientras que para la transmisión segura de información (encriptamiento) se han usado fotones (mínimo paquete de luz de un color dado).

 

Fecha de publicación: 29 de enero de 2017.

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