dra guadalupe de la rosa

Dra. Guadalupe de la Rosa y Dra. Susana Figueroa-Gerstenmaier
División de Ciencias e Ingenierías,
Universidad de Guanajuato

La sanitización no existe en el Diccionario de la Real Academia Española. Curiosamente la palabra “sanitización” ha sido una de las más buscadas durante el confinamiento debido a la actual pandemia. En todo caso, este anglicismo nos ayuda a identificar acciones de atención sanitaria, es decir, relativas a la sanidad o de cualidad de sano. Pero no estamos aquí para deliberar sobre el correcto uso de la lengua española, sino para platicar un poco acerca de los productos que utilizamos para “limpiar”, “sanitizar” y “desinfectar” a fin de evitar el contacto con patógenos. Por supuesto, en estos momentos nos hemos enfocado a protegernos contra el SARS-Cov-2, el coronavirus causante del COVID-19. Sin embargo, algunas de estas prácticas debieran volverse hábitos permanentes, como aliadas a favor de nuestra salud.

Tal vez la más importante de estas acciones sea la limpieza de manos. Se sabe que en el día a día, esta sencilla maniobra puede disminuir significativamente la transmisión de enfermedades. Lamentablemente, hasta antes de esta pandemia, algunos reportes indicaban que un bajo porcentaje de la población (33%) la realizaba con regularidad a pesar de ya haber pasado por la crisis en 2009 debida a la influenza. Esperemos que estos números aumenten y que la limpieza de manos haya llegado para quedarse. En este caso, lo usual es realizar la limpieza con jabón para después “sanitizar” o bien, “desinfectar” si es necesario. Hacemos esta distinción porque el proceso de “desinfección” destruye más gérmenes que la “sanitización”.

El jabón no necesariamente mata bacterias pero en general sí facilita su remoción. En el caso de los coronavirus, el jabón mediante un proceso físico desmantela la membrana que guarda el material genético. De esta forma el virus se destruye y con él, su poder infeccioso. Podríamos decir entonces que el jabón es un “limpiador”.

Por otro lado, los alcoholes actúan “desnaturalizando” las proteínas que forman la “corona” del virus y que son las que sirven de llave para abrir canales en la célula que va a ser infectada. La desnaturalización es un proceso que modifica la estructura tridimensional de las proteínas. Cuando ocurre esta modificación la proteína pierde su función, y por lo tanto, el virus pierde su capacidad infecciosa. En general, los alcoholes que se utilizan como sanitizantes son el etanol y el alcohol isopropílico.

El jabón y el alcohol (etanol, isopropanol) pueden ser utilizados tanto en las personas como para la limpieza de superficies. Como sabes, existen además una gran cantidad de opciones disponibles en el mercado. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha publicado una lista de desinfectantes de superficies que cumplen ciertos criterios para ser clasificados como auxiliares contra el SARS-Cov-2. Esta lista en español la puedes consultar en https://espanol.epa.gov/espanol/lista-n-desinfectantes-para-usar-contra-sars-cov-2 aunque es más recomendable realizar la consulta en inglés ya que dicha lista se actualiza con más frecuencia: https://www.epa.gov/pesticide-registration/list-n-disinfectants-use-against-sars-cov-2

Esta información puede ser de gran utilidad ya que proporciona el ingrediente activo y el tiempo de contacto necesario para obtener el efecto deseado. Si bien, no todos los productos de esta lista se venden en México, lo elemental en estos momentos es identificar el ingrediente activo. Algo que debemos tomar en cuenta es que estos componentes químicos presentan diferentes toxicidades por lo que es muy importante no utilizarlos de forma exagerada. En todo caso, alternarlos sería una buena estrategia tanto para eliminar el virus como para evitar una eventual intoxicación. Consideramos que el hipoclorito de sodio, el llamado “cloro” que es comercializado con la marca cloralex y otras, merece mención aparte por su particular toxicidad y uso extendido en nuestro país. Para ellos, volveremos pronto.

 

Fecha de publicación: 9 de mayo de 2020.