dr david contreras

Dr. David Contreras López
Departamento de Ingeniería Química,
División de Ciencia Naturales y Exactas,
Campus Guanajuato,
Universidad de Guanajuato

Todas las moléculas orgánicas (compuestos químicos que consisten principalmente de átomos de carbono e hidrógeno), presentan por lo general enlaces que le permiten la formación de arquitecturas especiales desde sencillas hasta complejas de tipo cadena cerrada o cadenas muy largas de carbono, a estas últimas se les denomina macromoléculas.

¿Qué tiene de especial tener el conocimiento sobre las macromoléculas? Curiosamente, el carbono tiene la versatilidad de generar uniones químicas muy estables que contrasta radicalmente con otro tipo de átomos que no tienen dicha capacidad de unión. Las moléculas derivadas de carbono tienen puntos de ebullición, de fusión o de descomposición bajos (la gran mayoría debajo de los 300 ºC). Muchas moléculas orgánicas son de origen natural; esto es, pueden ser producidas en el interior de células animales o vegetales. En cambio, otras son de origen sintético producidas de sustancias químicas simples con el fin de reproducir compuestos naturales o moléculas que no existen en la naturaleza. Y esta es la parte interesante, que muchas moléculas se “diseñan” para que adquieran ciertas propiedades específicas.

Dicho lo anterior, los materiales en los que nos enfocamos son los llamados polímeros, los cuales son considerados macromoléculas y, por lo tanto, son también compuestos orgánicos. Estos son ampliamente utilizados dentro de nuestra vida diaria y dependiendo de las características propias que tenga cada material polimérico o acompañado de mezclas con otro tipo de materiales, se generan aplicaciones en particular que potencializan su uso. Un ejemplo por citar es una tabla de flotación, la cual está fabricada principalmente de un material llamado poliestireno. Cabe señalar que el proceso químico para llegar a este compuesto (denominado polimerización), es por medio de la unión repetida de moléculas más pequeñas de tipo orgánico, conocidos como monómeros permiten la formación de las macromoléculas.

Para finalizar, existen dos tipos de polímeros, los producidos artificialmente denominados sintéticos o industriales y los que se producen por la naturaleza denominados biopolímeros (ejemplos de este tipo de moléculas es el ADN, la celulosa o al acido poliláctico). Es de suma importancia mencionar que, desde su invención, con el primer polímero artificial, la bakelita, la familia de estos materiales ha tenido un crecimiento rápido con la creación de otros tipos de polímeros como el polipropileno, teflón, nylon, polietilen-tereftalato (PET, muy utilizado en las botellas reciclables), policloruro de vinilo (PVC), etc.

Como tal, estamos inmersos en un mundo amplio e interesante de los polímeros, y esto con la idea de ampliar más nuestros horizontes para mejorar nuestro andar en la vida cotidiana.

 

Fecha de publicación: 6 de septiembre de 2019.

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