Dr. Jonathan Alejandro Galindo Soto
División de Ciencias de la Salud e Ingenierías,
Departamento de Enfermería Clínica,
Campus Celaya-Salvatierra,
Universidad de Guanajuato

La psicoterapia ha pasado por muy diversas modificaciones a lo largo del tiempo: acostarse en un diván sin ver al terapeuta, recordando lo que nos hacía sentir nuestra madre; escribir notas de cuántas veces pensamos en algo que nos entristece; escribir una carta de despedida a una expareja; tomar medicamentos que nos disminuyan las alucinaciones… distintos modelos teóricos y metodológicos en la búsqueda de la salud mental, el bienestar.

Sin embargo, no ha sido sino hasta hace muy poco que el arte ha empezado a encontrar un espacio definido en el mundo de la ciencia psicológica. Antes hubo que pasar por los experimentos con ratas o imágenes de la temperatura del cerebro.

El modelo, por ejemplo, de Rolando Benezon sobre la formación de la personalidad en términos de sonidos y experiencias musicales es tan reciente, que aún no es estudiado formalmente en casi ninguna universidad. Igualmente, el psicodrama de Moreno, mismo que originalmente era casi inseparable el teatro en general, y que ha empezado a tomar fuerza en Hispanoamérica, aparece muy poco en investigaciones científicas. Pareciera que aún se encuentra en fase de experiencias terapéuticas, antes que pensarlo como modelo de clínicas gubernamentales, por ejemplo. Utilizar al cine en la terapia suena más a fraude que a tema de posgrado en Psicología Clínica.

Afortunadamente, cada vez hay más científicos dispuestos a arriesgarse, para demostrar la eficiencia del empleo del arte en terrenos científicos. Tenemos, por ejemplo, una revista JCR -es decir, de mucho impacto a nivel internacional-, que se dedica exclusivamente a la vinculación entre el arte y la psicoterapia, cuyo editor en jefe es una mujer, Jane Edwards, investigadora de una Universidad en Australia.

La Universidad de Guanajuato participa de este esfuerzo como punta de lanza en México, y actualmente estamos trabajando en el desarrollo de investigaciones en el Campus Celaya Salvatierra, particularmente en la Licenciatura en Psicología Clínica, que comprueben o refuten con datos en mano, los alcances de ciertas aplicaciones del arte en el proceso psicoterapéutico, ya sea como complemento a terapias cognitivo-conductuales, o incluso desde modelos específicos, como el de Moreno y Benenzon. Hay mucho camino por delante, pero vamos avanzando.

 

Fecha de publicación: 26 de abril de 2019.

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