dr daniel vega

Dr. Daniel Vega Macías
Departamento de Estudios Culturales, Demográficos y Políticos,
División de Ciencias Sociales y Administrativas,
Campus Celaya-Salvatierra,
Universidad de Guanajuato

Además de atravesar por un proceso de envejecimiento que nos afecta en lo individual; las personas también tendemos a envejecer colectivamente. En otras palabras, cuando se habla de envejecimiento se alude a una dimensión individual y biológica, la cual está relacionada con la condición física y con la calidad de vida en las edades avanzadas. Sin embargo, también implica una dimensión sociodemográfica, que supone el aumento de la cantidad de adultos mayores en una sociedad.

El envejecimiento demográfico se refiere a un cambio en la estructura por edades de una población, el cual está caracterizado por el incremento tanto relativo como absoluto de la población con 65 años o más. Estos cambios tienen su origen en tres factores: en primer lugar, la reducción del número de hijos en las familias, que provoca que la parte inferior de la pirámide poblacional vaya siendo cada vez más pequeña. En segundo lugar, el aumento de la esperanza de vida conlleva un aumento en la parte superior de la pirámide demográfica. Finalmente, la emigración coadyuva al envejecimiento de la población, ya que suelen migrar personas en edades jóvenes.

Debido a estas condiciones demográficas, según el Consejo Nacional de Población, en 2018 los adultos mayores representan 7.2% del total de habitantes de México; sin embargo, este indicador alcanzará 10.3% en 2030 y 16.8% en 2050. En otras palabras, la cantidad de adultos mayores pasará de 9.1 millones en la actualidad a 14.2 millones en 2030 y a 24.9 millones en 2050.

Nuestra entidad federativa no es la excepción: si en 2018 residen en Guanajuato poco más de 400 mil adultos mayores (6.5% del total), esta cifra aumentará a 618 mil en 2030 (9.3% del total) y a 1.1 millones en 2050 (16.0% del total).

De esta manera, es posible afirmar que el envejecimiento poblacional será uno de los grandes desafíos que afronte México en las próximas décadas. Además de las consecuencias que esto genera tanto en lo personal y familiar, el envejecimiento de la población tendrá múltiples consecuencias económicas y sociales, sobre todo en materia de salud pública y en el sistema de pensiones, y en general requerirá de un aumento y mejora de servicios sociales específicamente dirigidos a este grupo de población. Sin duda alguna, conseguir un envejecimiento demográfico digno será uno de los principales retos del siglo XXI, donde los avances científicos y tecnológicos serán claves para lograrlo.

 

 Fecha de publicación: 11 de enero de 2019.

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